intentando encontrar habitacion...

Le sonreí.- Claro, vayamos - seguimos caminando hasta llegar a la entrada de la playa. Había una suave brisa que traía consigo un olor a mar que penetraron en mis pulmones y me hicieron sentir afortunado de tener a alguien con quien contemplar el paisaje.- Es hermoso . . . - dije mientras lo miraba de un horizonte a otro.

Después giré mi cara lentamente hacia ella.- Tu aún eres mas hermosa - dije mientras empecé a correr por la playa al encuentro del mar. Cuando ya iba a llegar cerca de la orilla, me quité rápidamente la capa y la parte superior de mi vestimenta y me tiré de cabeza al agua. El agua era refrescante para el sol de madrugada que había en el cielo. Era muy grato estar en el mar.

Me sumergí un par de veces y encontré algunas sardinas que se intentaban enterrar en la arena del fondo del mar. Con un arpón improvisado, que era un palo afilado que encontré en la costa, atravesé a los peces y luego salí a la superficie.- Ya tenemos desayuno - dije con mi entusiasmo de siempre. Después encendí un pequeño fuego con dos o tres palos que había allí y algo de yesca y empecé a cocinar las sardinas.

La miré mientras seguía cocinando.- Jeje, que va, nunca he pescado en el mar en mi vida, aunque en algún que otro río sí, pero supongo que se lo debo al instinto de los licántropos - dije sonriendo levemente. Cuando ya estaban en su punto, las pinché en dos palos a modo de brocheta. Le dí una a Kira.- Toma, aquí tienes la tuya - dije mientras aprovechaba par mirarle a esos ojos que siempre me nublaban la mente.

Empecé a comerme la sardina lentamente, tenía que hacer gala de mis modales aunque me estuviera muriendo de hambre.- Quizás haberme convertido en licántropo me haya traído más ventajas que inconvenientes . . . gracias a ese licántropo que me mordió enfermé y pude conocerte . . . además de que me ha dado poderes bastantes poderosos . . . aunque sólo los usaré si estás en peligro - la sardina estaba realmente buena, el pescado de aquel lugar era muy bueno.

Acabé rápidamente con la sardina y los restos los eché al fuego.- Ellos tuvieron la osadía de insultarte . . . si no tuviera mis principios, los habría matado - dije desviando la mirada hacia un lado.- Si por mi fuera, esos borrachuzos no hubieran tenido el honor de haberte visto . . . - la volví a mirar y sonreí.- Bueno, son mis enfados, perdona si te molestó - dije algo apenado.

La miré y le sonreí.- Yo me comporto así sólo contigo . . . con los demás soy algo frío . . . contigo yo . . . - tragué saliva mientras respiraba una bocanada de aire.- . . . me siento muy especial - sentencié mientras sonreía amablemente.

Puse mis manos sobre el fuego para calentarlas un poco.- Bueno, ¿te apetece hacer algo? - dije mientras cerraba los ojos y sonreía con dulzura. No había mucho que hacer estando sentados, así que hacer alguna actividad ahora que estábamos en la playa no estaría nada mal.

La miré y sonreí.- Qué tal si damos un paseo por la orilla - dije mientras me volvía a poner la parte de arriba de mi atuendo y apagaba la hoguera echándo arena encima ya que no la usaríamos más porque no hacía mucho frío. Después me levanté y le ofrecí la mano para que se levantase. La miré a los ojos y me quedé mirándola fijamente. Parecía como si estuviera ahogándome en esos ojos mientras los veía, pero algo tenían que no me dejaban apartar la vista.

Me coloqué a su altura mientras pisaba con suavidad la arena de la orilla y chapoteaba algo de agua al llevar las botas.- Me parece bastante irónico lo que estamos haciendo - dije mientras esbozaba una amplia sonrisa.- Aunque así es más divertido para los dos . . . ¿no? - miré el sol por unos momentos, los momentos que me permitieron los ojos al ver tanta claridad y luego miré el mar. Parecía ser el espejo que comunicaba a los terrestres lo que había encima de sus cabezas. Mientras pensaba en algunas metáforas, la miré como hice minutos antes y me fijé en el semblante que tenía. No era el semblante que ví en el castillo. Tenía dulzura en la cara, y era más bonita que cuando estaba distante en el palacio. Me sorprendí por el cambio pero me limité a seguir caminando mirando a la arena, cosa que siempre hacía cuando pensaba que no era digno de ver algo parecido al rostro de Kira.

La miré y sonreí levemente cerrando los ojos.- Kira, nosotros no somos como todo el mundo - dije mientras me rascaba el brazo.- Pero quiero decirte que estos últimos días . . . han sido verdaderamente fantásticos ^^ - afirmé mientras le retiraba un mechón de pelo de la cara usando el dedo índice y el dedo corazón.- Muchas gracias - me costó mucho desviar la mirada, y cuando por fin lo conseguí, miré hacia el cielo. Estaba muy despejado, y había muchas gaviotas revoloteando por el lugar, habría algunos barcos pesqueros.

La volví a mirar y sonreí con ganas. Hacía bastante calor y estaba algo sudoroso por la cara, así que decidí quitarme la parte superior de mi vestimenta de nuevo y la dejé en la arena, ya volveríamos a por ella.- Al parecer . . . no podemos vivir el uno sin el otro, jeje - dije como una broma, pero en realidad sin ella no podría vivir. Me sequé el sudor de mi frente pasando mi mano sobre ella y después suspiré.- Hace bastante calor . . . ¿quieres que nos bañemos? - pregunté mientras la miraba dulcemente.