intentando encontrar habitacion...

Me sorprendí un poco, pero luego reaccioné y la seguí.- ¿Qué te apetece cenar hoy? - dije sonriendo mientras recordaba mis antiguas capturas. La verdad es que era un buen pescador, si la medicina me hubiera fallado siempre me hubiera quedado esa alternativa. Pero pasó lo que pasó . . .

Asentí alegre con la cabeza.- Bien, te traeré el mejor manjar que encuentre - dije mientras ya divisaba el pacífico mar que se extendía de horizonte a horizonte. La brisa me azotaba suavemente el pelo y era una sensación muy agradable. Me coloqué al lado de Kyra y le sonreí.- ¿Por qué no quisiste tomar mi brazo? -

Le sonreí alegremente.- Puedes tratarme como quieras, Kira, no me importa lo más mínimo lo que hagas o lo que dejes de hacer, si así eres feliz pues yo tambien lo seré - sentencié mientras me arreglaba el pelo. Ya habíamos entrado a la playa, y la marcha se hacía más lenta al haber entrado en la arena.

Desvié mi mirada hacia el suelo.- Kira . . . ya te dije en el lago que yo a tu lado soy feliz, y que me someto a ti no por principios . . . sino por mis sentimientos - dije calmadamente. Después la volví a mirar.- Además, que iba a ser yo sin ti, princesa de la noche ^^ - dije sonriendo. Después miré que nos íbamos acercando al mar poco a poco.

Me sonrojé un poco y para no tener que enfrentarme a una situación embarazosa, corrí hacia el mar arrojando la parte superior de la ropa a la arena y me zambullí en el agua. Agarré una piedra afilada que encontré entre dos rocas y empecé a ver los peces que allí había. Sargos, lubinas, doradas . . . no sabían si eran comestibles, pero tenían buena pinta. Decidí cazar alguna pero se escabulleron rápido, y no pude hacer nada. Clavé con fuerza la piedra en el suelo como signo de enfado y me dí cuenta de que había atravesado algo. Agarré la piedra y ésta había atravesado a una manta raya. Subí a la superficie con rapidez, ya que me faltaba aire, y al llegar a la superficie, respiré una gran bocanada de aire. Volví a la orilla y dejé mi caza sobre la arena mientras traía unos palos para la hoguera nocturna. Me sorprendí bastante de que hubiera tanta madera, posiblemente de naufragios de barcos.

En poco tiempo preparé la hoguera y me calenté con cuidado las manos. Después atravesé la manta raya con un palo que sirviera como brocheta y la coloqué sobre el fuego. Me senté al lado de la hoguera y miré a Kira.- Menudo festín, si hubiera sido pescador hubiera arrasado - dije riéndome mientras supervisaba la preparación del pescado.

Después de un par de minutos, la manta estaba recien hecha. Cogí la piedra afilada y empecé a cortarlo en pequeños cachitos para luego ponerlos como brochetas. A lo tonto a lo tonto, salieron bastantes brochetas.- Guau, hoy si que nos quedaremos llenitos - le ofrecí una brocheta a Kira, la más retostada y sabrosa, mientras le sonreía.- Toma Kira - dije mientras le daba un bocado a la mía. Estaba realmente bueno, aunque algo difícil de masticar.

La miré con el bocado en la boca. -.- muy maleducado por tu parte, Aryk.- Bah, tranquila, estoy acostumbrado, en mi tierra las temperaturas son bastante más bajas - afirmé mientras me daba cuenta de que aún tenía media brocheta en la boca.- Ups, perdón >.< - dije después de tragarmela a toda prisa, tenía que mantener unos modales.

Sonreí frente a su comentario y seguí comiendo con tranquilidad, no haría que se repitiera la escena de antes. Me dí cuenta de que las estrellas iluminaban el mar y que la noche era muy luminosa, por lo que nos costaría dormir, aunque quizás el murmullo del oleaje nos facilitaría las cosas.

Dejé mi palito al lado de la hoguera después de acabar de comer mi ración. Me tumbé mirando a las estrellas y sonreí hacia mis adentros. Silbé con disimulo y unas ondas sónicas rodearon el espacio ocupado por Kira, haciendo que la temperatura dentro de éste fuera más templado y menos frío, ya que el efecto de las ondas era expandirse para alejar el viento. Después alcé la mirada de nuevo.- Kira, ¿crees que va siendo hora de que volvamos a Tuatha? - dije con cierta tristeza, este tiempo que estábamos pasando era espectacular, pero deberíamos de volver a la molesta rutina.

Suspiré con tristeza.- Las cosas buenas siempre tienen un final . . . bueno, descansemos y mañana pensemos en qué hacer . . . - dije mientras me separaba un poco de Kira e intentaba dormir.- Buenas noches, princesa - susurré antes de volver a encontrarme en el mundo de los sueños.

Empezó a amanecer y con los primeros rayos de luz desperté de mi sueño. Me fijé con que Kira no estaba en la playa . . . en ningún lado. Pensé que me había abandonado como todas las personas hicieron conmigo . . . pero dejé ese pensamiento a un lado, sabía que ella me quería en su vida. Probablemente tuvo que irse a su palacio por los guardias . . . o eso quería hacerme creer. Ni me paré a desayunar, me transformé en lobo y empecé a correr rápidamente hacia Tuatha . . . no me importarían las consecuencias.