intentando encontrar habitacion...

Sonreí dulcemente.- Al parecer los dos estamos dispuestos a volver a conocernos . . . - después dejé de acariciarle la mejilla y me quedé inmóvil mirándola con mis ojos azules.- Algún día toda esta felicidad acabará . . . espero que ese día sea lejano - dije con ciertos aires de tristeza por pensar el simple hecho de no volver a ver a Kira nunca más.

Le agarré de la mano.- Mi destino estuvo y estará ligado a ti desde el mismo momento en el que me salvaste . . . todo depende de ti, yo siempre estaré a tu lado como ya te prometí, y no me importa matar ángeles o humanos si con eso consigo seguir estando contigo - dije algo serio mientras miraba el horizonte. No iba a consentir que esas razas me separasen de ella . . . ninguna me salvó, sólo tuvo esa compasión la señora de los espectros del inframundo, los demonios . . . si ella que es malvada me salvó fue porque mi aspecto era moribundo . . . y ellos no hicieron nada al respecto por mucho ángel que fueran.- Yo mismo me encargaré de descubrir la ciudad de los ángeles - dije sin dudarlo.

Tambien apreté mi mano contra la suya.- Es la única opción, me haré pasar por un licántropo moribundo que simplemente se enfrentó a un demonio y salió malparado, si me encuentra un ángel quizás me de información o incluso me lleve a su ciudad para curarme . . . si me descubren, me transformaré en licántropo e intentaré escapar acabando con todos los que encuentre por delante, te prometo que volveré con vida - dije mientras la miraba a los ojos.

Tambien me levanté pero más lentamente.- Sí, la conozco - afirmé mientras miraba el horizonte y veía cómo el sol iba bajando hacia el mar. Era un momento del día muy templado, y como solía hacer, aproveché la brisa pues el frío era mi temperatura ideal. Después miré a Kira mientras pensaba qué nos podría ayudar esa leyenda a nuestro propósito.

- ¿Y cómo se supone que le tentarás? - pregunté mientras la miraba. El plan no estaba mal, pero nos basábamos en una leyenda, que no sabíamos si era cierta. En caso de que fuera cierta . . . ¿ese ángel nos ayudaría con una tentación muy baja? No sabía que pensar. Mientras tanto miré cómo el sol se escondía en el mar y empezaba a refrescar.

Asentí con la cabeza en señal de asimilación. Parecía muy buena idea, pero dejar nuestros destinos en manos de una leyenda no me parecía muy bien. Recogí mi parte superior del atuendo y me lo puse.- Ya está empezando a anochecer . . . ¿a dónde nos dirigimos? - pregunté con curiosidad. No tenía pensado volver a la taberna . . . quizás a otro sitio mejor.

- Bien . . . pues vámonos - le agarré de la mano y nos dirigimos a la salida de la playa. Esta vez no lo había hecho por si nos perdíamos entre el gentío, sino porque así estaba más cómodo, sabiendo de su presencia. Iba fijándome en todos los edificios, era mejor una cuadra con paja que esa taberna indeseable. Por lo que iba de recorrido, no había visto ningún sitio para descansar, lo cual me pareció desastroso, una ciudad tan grande y todos iban a parar al mismo desgüace.

Miré hacia el lado de Kira y nada, veía casas y más casas, nada de posadas. Era una situación decepcionante. Después me fijé en que Kira estaba algo colorada.- Kira, ¿estás bien, te pasa algo? - dije mientras la miraba fijamente. Le podía haber dado una hipotermia, o se sentiría mal.

- ¿Prefieres que durmamos en las afueras o en la playa? Dormiríamos al aire libre y podríamos cenar comida fresca - dije mientras le sonreía abiertamente. Estaba seguro de que ella no quería dormir de nuevo en esa pocilga. Ese tabernero se tenía que hacer rico con los clientes, que serían todos los visitantes y los habitantes del pueblo.

Le coloqué la capa como hice la noche anterior al notarla tiritar. Después la miré y sonreí.- Bueno, elige, bosque o playa - dije mientras dudaba entre una opción u otra. En el bosque haría mejor clima, pero en la playa sería más fácil obtener alimento, aunque siempre podía hacer uso del sonido. La sensación de tenerla a mi lado era muy grata, habíamos congeniado muy bien y me sentía feliz por ello.

- Pues vamos a la playa ^^ - dije mientras cerraba los ojos y le sonreía, pero cuando los abrí me encontré con que tenía la cara roja.- O_O Kira, ¿de verdad que estás bien? - pregunté bastante preocupado. El sol se había ocultado y sólo alumbraban las antorchas y las luces interiores de las casas. Estábamos sólos en la calle, excepto por un par de gatos, supuse que la gente estarían en sus viviendas o en la taberna emborrachándose.

- Sí, claro - le volví a poner el brazo para que se agarrara.- Lo decía porque estabas algo colorada y pensé que tendrías fiebre, pero al parecer estas bien ^^ - dije mientras le sonreía dulcemente. Al final volveríamos a la playa. Estaba bastante bien allí, ya que hacía fresco y estaba acostumbrado a él, además, como dijo Kira, era un buen pescador, por lo que tendríamos una buena cena.