intentando encontrar habitacion...

Seguí a Kira abriendome paso entre los borrachos que aún se mantenían en pie gracias al equilibrio que hacían con sus copas a rebosar de ese amargo líquido que todo el mundo adoraba y conocía como cerveza. Después me coloqué al lado de Kira y esperé la respuesta del posadero. Por lo que había visto al entrar, sólo vi una habitación que estaba cerrada, y supuse que era la única habitación que había en el establecimiento.

Me interpuse entre Kira y el tabernero.- Yo que usted le haría caso, o acabaría malparado - dije mientras le sonreía.- ¿Ha oído hablar de los licántropos? Pues precisamente uno es el que le está sonriendo, y podría arrancarle la cabeza de un solo zarpazo - después lo miré con desprecio.- No tiente mucho a la suerte o acabarás bajo tierra - era la primera vez que me ponía así con alguien. Había insultado a Kira, y eso no se lo perdonaría por segunda vez, si cometía el error de despreciarla de nuevo, antes de que se acabase el día se quedaría sin cabeza.

- Yo tampoco la conocía . . . supongo que tengo instinto sobreprotector para la gente que quiero ^^ - le susurré a Kira. Me había comportado de una forma muy extravagante según mi manera de ser. Para cambiar, le sonreí a Kira y me apoyé en una parte limpia de la barra. No iba a dejar que esa escoria andante insultase a la persona que más quería en mi vida. Estuve esperando que volviera para poder preguntarle más educadamente por las habitaciones.

El resto se lo dejé a Kyra. Ella misma atemorizaría al tabernero. Mientras ella se encargaba de las habitaciones, miré el "divertido" panorama. No podía encontrar una explicación lógica para que la gente dijera que eso era diversión. Había gente y líquido amarillento (seguramente sería una emergencia de un borracho que no pudo complacer porque los servicios estaban ocupados) por el suelo. Una verdadera pocilga para cerdos. Hubiera preferido dormir al aire libre, allí se respiraba fresco y las estrellas te vigilaban por la noche, no dormir en ese antro infestado.

Antes de que dijiera "demoníaca", le tapé la boca con las manos. Podía haber licántropos cerca y aprovecharían la ocasión. Eran demasiados borrachos, y estaban en desventaja. Me transformé en lobo antes de que Kira pudiese hacer nada y empecé a tumbarlos en el suelo. Con el impacto y al caer al suelo, se desmayaron por estar tan embriagados y posiblemente al día siguiente no recordaran nada, sólo que bebieron y bebieron hasta perder el conocimiento y que al día siguiente tenían un resacón de caballo. Después de que toda la gente estuviera en el suelo, miré al tabernero y tentado estuve de dejar mi forma de lobo para transformarme en el temido licántropo y destrozarle a jirones por su "amabilidad". Se me empezó a erizar el pelo y le enseñé todos mis dientes. Si seguía así, acabaría en muy mal estado.

Al notar la cálida mano de Kira, mi pelo dejó de erizarse y le lamí con cuidado la mano. Después me transformé en humano de nuevo.- Bueno, ya tenemos habitaciones - dije mientras sonreía. No sabía por qué había reaccionado así, pero no quise darle más vueltas al asunto. Agarré la mano de Kira y subimos las escaleras hacia el piso superior, donde descansaríamos y esperaba que fuese más acogedor que la planta baja.

- Verás Kira . . . podría haber licántropos camuflados en la taberna, y para nosotros el alcohol es otra bebida más, no nos causa borrachera como les produjo a esa gente - dije recordando el alboroto que había abajo.- Podían fingir ser unos borrachos que no se mantienen en pie pero estarían en plena forma. Si hubieras dicho que eras la reina de los demonios, podrías ponerte en peligro, ya que incluso hay humanos que quieren venganza contra los demonios, y matar a la reina la aliviaría de buen grado . . . - después desvié mi mirada hacia el suelo.- Tampoco te he dado tiempo para que mates a alguien porque se notaría mucho . . . o porque aún sigo teniendo un espíritu humano - dije mientras volvía a recordar escenas de mi pasado con tristeza.

Miré al frente.- En realidad, los odio, pero no quiero rebajarme a su nivel . . . y mucho menos que ensucies tus manos con su sangre impura - dije mientras le sonreía por haberme cogido de la mano.- Bueno, dejemos de pensar en mi desgracia, tú dormiras en esta habitación mientras me quedo haciendo guardia fuera, ¿vale? - dije mientras me fijaba en sus tímidos aunque bellos ojos.

La miré con calma.- Dormiré apoyado en la pared, esta vez no hace falta mantenerme despierto, como puedes ver la madera es muy vieja y chirria con el más leve paso - dije sonriendo.- Pero por favor, no me pidas que duerma en esa habitación . . . los parroquianos podrían querer tomar una venganza y estando en la habitación no escucharías nada . . . no quiero que te ocurra nada malo - dije mientras le apreté su mano contra la mía sin llegar a hacer daño, sólo produciendo una sensación agradable de saber de que tienes a alguien a tu lado.

Pero . . . y si eran licántropos . . . más de un licántropo . . . no podría dormir tranquilo, aunque pensé en un invento. Le sonreí tiernamente.- Está bien . . . dormiré en la otra habitación - dije mientras le daba un beso en la mejilla como señal de buenas noches, aunque minutos después me sonrojaría por eso. Abrí la puerta de la otra habitación y antes de entrar le dediqué una última sonrisa.- Buenas noches, princesa - después cerré la puerta y me tumbé pensativo en la cama.

Cuando noté que había cerrado la puerta, hice un hilo fino invisible de ondas sónicas silbando levemente que se colocó en la puerta de Kira. Si alguien intentaba entrar, lo notaría al instante. Después me acurruqué en el camastro (se estaba incluso más cómodo en el suelo) como pude y empecé a dormir, algo inseguro pensando en el bienestar de Kira pero logré dormirme.

Como el camastro era demasiado incómodo, tuve que despertarme un par de veces para acurrucarme mejor, hasta que ya me harté y tiré la almohada por la ventana, que estaba abierta de par en par. Después fuí al servicio a hacer mis necesidades y cuando volví al camastro de mis pesadillas, empecé a saltar encima de éste. Potreando la cama a lo mejor conseguía que esta fuera más cómoda, pero para mi desastre se rompió la cama. No me extrañaba nada. Como no tenía nada que hacer, asomé la cabeza por la ventana para tomar aire mientras miraba el cielo estrellado. No me percaté de Kira.