Caminando por el Palacio

Me senté a su lado mientras miraba el paisaje. Me quedé callado, como si pronunciase una palabra todo se derrumbase. Había una calma plena en ese lugar, y era un lugar muy gratificante y relajante. Seguía pensando en Kira: debía de ser muy duro ser Líder de los demonios, y en el palacio, cuando me preguntó para hacer una salida, no me extrañó nada, estaría bastante agobiada. Seguro que ella no debía mostrar ninguna debilidad tanto en sus enemigos como en sus súdbitos para que no se rebelasen. Debía mantenerse firme en todo momento. Kira era una persona realmente extraordinaria. Pero eso me hizo pensar . . . que si ella me había salvado y sus súdbitos acababan enterándose, peligraría su vida . . . tenía un enemigo viviendo en su propio techo, y puede que pensasen que me salvó por lástima, signo de debilidad . . . tendrían dos razones para intentar hacer un golpe de estado. Esa fué mi primera preocupación desde que estaba a su lado.

- Solo es que . . . mi presencia puede causarte peligro . . . si tus demonios se enteran de que has salvado a un enemigo y creen que me has salvado por lástima, tendrán varias razones para planear un golpe de estado . . . y en el peor de los casos . . . mataros . . . - desvié mi mirada hacia el lado contrario de Kira.- Y no quiero que tu sufras las consecuencias por haberme salvado . . . lo mejor será que desaparezca - me sentía bastante triste. Sin Kira nada sería igual . . .

Mire al suelo, y algunas lágrimas descendieron por mi mejilla.- Kira . . . yo no quiero perderte . . . ni quiero . . . irme de tu lado . . . pero te estoy poniendo en peligro dándole más pretextos a esa parte de los demonios y podía acabar resultando peligroso. Si te perdiera . . . - miré el lago de nuevo mientras me fijaba con los ojos llorosos en el reflejo de la luna.- . . . no me lo perdonaría, eres la única persona importante para mí . . . y me niego a perderte, la mínima idea de alejarme de tu lado es dolorosa, y la más mínima idea de pensar que te podría pasar algo . . . me parte el alma -

Las lágrimas dejaron de brotar de mis ojos.- Kira . . . sé que tu eres tan necesaria para mí como yo para ti . . . y por eso . . . aunque sea una locura . . . quiero quedarme a tu lado, y protegerte de todo lo que pase . . . - No pude decir nada más, se me había hecho un nudo en el estómago. Tomé aire y me esforcé para hablar.- Si tu quieres . . . a mi me da igual ponerme en peligro . . . mientras esté contigo - Cuando exteriorizo un sentimiento, siempre lo hago hasta llegar al extremo . . . y el simple hecho de no volver a ver más a Kira se me hacía imposible de creer pues mi cuerpo no reaccionaría en el momento de mi marcha.

- Quiero . . . quiero quedarme contigo - esas fueron mis únicas palabras. La brisa nocturna no entraba en mi cabeza como lo hacía Kira. No quería volver a estar solo. Pensé que era un pensamiento egoísta, pero los dos nos necesitábamos. Yo la necesitaba . . . no podía quitarmela de la cabeza incluso si lo intentaba, su sonrisa se me quedó grabada en la mente. Si no podía quitármela de la mente . . . ¿cómo podría vivir sin ella? . . . quería estar a su lado y no me importaba sufrir las consecuencias. La quería en mi vida, y es la única persona en quien confío . . . la única persona que quiero.

- No he estado tan seguro de una decisión en mi vida como lo estoy ahora - volví a sonreír después del mal rato pasado. Aunque estuviésemos en peligro, nos protegeríamos mutuamente. Es agradable saber que alguien te quiere en el mundo. En verdad la quería proteger . . . y si me iba era una forma de protegerla, pero estando a su lado la protegería incluso sacrificando mi vida y le daría compañía. Me volví a sentir feliz, y mis ojos recuperaron su tono natural en vez de esos ojos turbios que tuve minutos antes.

Ahora me sentía culpable por el mal rato que le hice pasar, pero no le di más vueltas pues se había solucionado.- Por cierto . . . ¿puedo dejar de llamarte Su Majestad y llamarte Kira? Tu nombre es más bonito que esa formalidad de la realeza - dije sonriendo. Me alegraba saber que era importante para ella, me sentía muy agusto en ese momento, aunque en un futuro puede que tenga que enfrentarme a alguien por la decisión que he tomado en el lago.

Sonreí.- ¿Puedo preguntarte una cosa? . . . ¿por qué te interesas tanto en mi? Puedo traerte muchos problemas . . . ¿por qué ese interés en alguien como yo? - dije mientras cogía una piedra y la tiraba hacia el lago. Puede que me necesitara, pero ella era reina de todo un batallón de demonios, seguro que tendría algún amigo además de mi. Y, en ese caso . . . ¿por qué me querría a mi lado si le causaría muchos problemas? Esa pregunta no me la podía quitar de la cabeza. Podría haberme dejado morir allí . . . incluso podría haberme echado de su palacio, pero ¿por qué tanto interés en que estuviese a su lado?

Puede que la pregunta resultase molesta para ella, así que decidí dejar de darle vueltas. La noche estaba muy silenciosa, algún que otro traqueteo de platos se oía, supuse que era de la cocina del palacio, pero era un sonido leve y tenue, nada más molestaba en esa hora tardía. Me tumbé en el suelo y me acomodé como pude, teniendo una mejor vista para las estrellas.- Kira . . . me alegro de haberte conocido, mi sufrimiento ha tenido como recompensa haberte visto sonreír - dije alegremente mientras miraba el firmamento plagado de pequeñas luces que iluminaban la noche.

Mis sospechas eran ciertas. Ella me necesitaba. Y no la iba a dejar sola.- Kira . . . te aseguro que nunca te dejaré sola, y que nunca te traicionaré, te debo la vida . . . y a tu lado me siento muy agusto y feliz . . . eres como mi única familia y . . . quiero que sepas que siempre estaré a tu lado - sonreí levemente.- Te lo prometo -

Me fijé en que se había dormido, así que me quedé silencioso mientras la miraba."Cumpliré mi promesa aunque me cueste la vida . . . no te fallaré, Kira. Sé que por muchas razones de tu vida desconfías de mi promesa, pero tarde o temprano te darás cuenta de que es verdad". La suave brisa nocturna incitaba a dormir, aunque me mantuve despierto, debía protegerla. Por mucho que estuviésemos en el reino de los demonios y estuviésemos cerca del palacio, los mismos demonios podían atacar o un enemigo solitario que superase la frontera del país. Mientras estaba alerta, pensaba en lo que tuvo que pasar Kira en su infancia. Siempre tuvo que mostrarse dura y nunca debió cometer una debilidad, y si las cometió, debió rectificarlas o mantenerlas en secreto. Cierto es que mi salvación fué a causa de una debilidad suya, cosa que agradezco, pero ahora que la conozco bien, prefiero su bienestar al mío. Sus ojos no eran como los demás: eran tristes y casi siempre apagados."Quizás pueda hacer algo para que ella se sienta mejor . . . aunque lo mejor que puedo hacer por ahora es estar atento a cualquier indicio que descubra a un enemigo oculto". Y así pasamos la noche, licántropo en estado de alerta y la señora de los demonios soñando, quizás con una vida mejor.

La mire y asentí.- He estado toda la noche despierto, no ha habido ningún percance - dije sonriendo.- Supuse que la cama del palacio hubiera sido mejor lugar para dormir, pero dormías plácidamente, reflejando una felicidad . . . y por eso no te quería molestar mientras conciliabas el sueño . . . ¿has dormido bien? ¿te ha resultado incómodo dormir a la interperie? - dije mientras me reincorporaba lentamente, no había dormido, pero si que había descansado estando tumbado, y tenía los huesos entumecidos, aunque por mucho que descansase, sin dormir no era nada placentero y cuando te levantabas parecías más cansado.