Sobre la torre más alta de Nirredia.

Me quede pensativa un momento. Luego llegue a la conclusion de que era peligroso para Fenix que revelara demasiada informacion.

-Puede ser verdad y puede no serlo... Puede que solo te este probando... eso nunca lo sabras -espere no haberme paso de enigmatica hasta el punto que se me notara el farol.

Krysta frunció el ceño.

- Mira, chavalina, no me vengas con esas...

Su semblante se volvió duro y fiero. No parecía un ángel en ese momento.

- Conmigo no te pases de lista...

Krysta le miró con indiferencia.

- Ya que insistes...

Sacó sus relucientes alas, resplandecientes, propias de un ángel de pura raza. Las batió con fuerza, elevándose elegantemente en el aire.

- Recuerdo haberte oído mencionar tener cierto problema que no tenías a quien contar... No te andes con rodeos, o me lo cuentas o me largo y te quedas con él.

Krysta emitió una risita amarga.

- ¿Disecar? Yo no tengo tiempo ni permiso para hacer esas cosas...

La miró con grave expresión.

- Además, ese comportamiento no es nada pacífico. Nunca hay que dañar a alguien si no es en un caso de extrema necesidad. Es el principio de los ángeles.

Krysta arqueó una ceja.

- Tus palabras te delatan, jovencita...

Su rostro irradiaba una extraña tranquilidad, angélica, divina.

- Aprende a controlar la información mejor... y a ocultar mejor a tu ángel de negras alas...

Lo último lo dejó en el aire a ver qué pasaba, cómo reaccionaba ella.

Krysta meditó unos instantes.

- Podría comunicárselo a mi padre... Es uno de los nobles que predominan en el Reino...

Se rascó la barbilla.

- ¿Podría comprobar antes la existencia de ese ángel por mis propios ojos? Es que aún me parece extraño que en ningún registro de la biblioteca del Reino viniera la existencia de tal ser...

Se puso una mano en el corazón.

- Juro no hacerle daño ni en el peor de los casos, por mi honor de ángel. Puedes estar tranquila...

Krysta alzó una ceja.

- ¿Sabes que te arriesgas a que no te dejen entrar en el Reino de por vida, quedando como una humana corriente, sin nuestras alas? Además... no se si por tu condición de híbrido...

Se puso a pensar.

- Jovencita, prefiero asegurarme ante personalmente. Con tu petición podrías estar involucrándome en tus asuntos y, si no llegases a decir la verdad, podría ser castigada contigo por dejarme engañar...

Krysta adelantó sus manos.

- Puedes maniatarme, inmovilizar mis alas... Pero déjame comprobar su existencia antes de arriesgarte... arriesgarnos...

Me di la vuelta dandole la espalda, o las alas, como se quiera tomar. Me quede quita pensando en todas las posibilidades que teniamos, si ella no era de fiar estaria llevandola ante su presa... pero al fin y al cabo era un angel y me estaba ofreciendo el encarcelarla para que no ataque a Fenix, aunque tambien puede ser que este segura de si misma como para atacarme aun con las manso atadas. Me gire de nuevo y la mire entornando los ojos.

-Esta bien -dije conciente de que quizas estaba condenando la vida de dos personas con ello. -Te llevare. Pero primero dejame que le cuente lo sucedido... No quiero que el hecho de ser el gran gran salvador le pille de improvisto...



off: abra que esperar a Fen...

[off-rol: Ok. No problem]

Krysta asintió gravemente.

- Está bien. Entonces, estoy a tu merced ahora, pequeño ángel...

Se quedó flotando en silencio.

off: hablare con fen a ver que le parece y hare un 3er encuentro con él despues del que entraras tu y lo conoceras... te parece bien???


Me quede en el aire unos segundos mas y sali volando sin despedirme de ninguna de las maneras posibles, ahora tenia que encontrarle de nuevo, o quizas no hiciera falta y fuera él el que me encuentre a mi como paso en una ocasion.

[off-rol: Está bien.]

Krysta descendió de nuevo al suelo de la torre. Sus alas se desvanecieron, quedando de nuevo con la apariencia de una humana.

La chica siguió con la mirada la trayectoria de la pequeña híbrido. Tenía un presentimiento, pero no llegaba a acertar el qué.

Recorrió, unos minutos más tarde, con la vista su extraña marca de nacimiento. ¿Qué significaba? ¿Qué hacía allí, mancillando su pura piel? Suspiró. Tenía que haber una respuesta a su interrogante. Se quedó mirando el crepúsculo con aire distante, disfrutando de los últimos rayos de sol de aquel día.