En busca de mi pasado

Había estado persiguiendo durante meses la pista de un demonio que se había visto envuelto en el asesinato de mi familia y probablemente él tuviera información acerca de mi pasado, pero era realmente difícil de rastrear.
Me encontraba sentado en el borde del techo de una casa en esa peculiarmente fría noche de otoño. El cielo estaba despejado y las estrellas adornaban la noche mientras la luna guiaba mi camino. Me pasé horas y horas sentado en el techo, esperando... Al parecer tenía que pasar por la intersección de las calles donde se encontraba la casa para encontrarse con otro demonio, pero éste no vino.
No sabía como se veía, pero según lo que decían no iba a ser difícil identificarlo. Además, sería muy raro que alguien pasara por ese lugar; en especial a esas horas.
Tenía la rodilla derecha flexionada y apoyando sobre el borde, mientras que la pierna izquierda colgaba del techo. Mientras tanto, recargaba la quijada sobre la rodilla derecha y abrazaba la pierna con ambas manos, intentando no volverme loco en la espera. El viento frío soplaba, pero más allá de que casi me empujara del techo, no lo sentía, pues estaba acostumbrado... La noche siguió corriendo en mi espera por ese demonio

Al parecer mi espera no había sido en vano. Luego de mucho esperar, vi a un hombre adulto llegar a donde tenían que encontrarse los demonios, primero esperé, no sabía si era una persona normal o el demonio... Esperé un rato y no se movía, el tipo tenía pinta rara así que supuse que era el demonio.
No pensé esperar un segundo más así que me solté hacia delante y me giré para quedar de espaldas a la calle, así me tomé del borde sobresaliente del techo donde me encontraba, luego me solté para deslizarme pegado a la pared y finalmente impulsarme con los pies hacia atrás, girandome en el aire haciendome una bolita al llevar las rodillas hacia el pecho separando los brazos. Caí sobre la punta de los pies y me impulse hacia delante por el suelo, girando sobre mi mismo, me clavé la saya de mi arma al girar pero no había tiempo para quejarse, si el tipo era el demonio... Era ahora o nunca.
Tras girar me puse de pie y corrí hacia el hombre.

-Esperé bastante por este momento... Y al fin te tengo frente a mí -

Le dije mientras lo miraba fijamente, mi mirada emanaba un odio profundo

-Y ahora...-

Parecía que el viento había parado de soplar mientras la tensión aumentaba en el ambiente. Adelanté mi pierna izquierda y flexioné ambas piernas mientras agachaba mi torso, llevando la mano izquierda hacia atrás tomando la saya de mi sable por debajo, mientras que la derecha iba hacia atrás pero arriba, buscando la tsuka del sable y dejarme listo a desenvainar

Levanté la vista lentamente mientras veía a un niño que había aparecido de quién sabe dónde y aparentemente quería atacarme. No entendía nada de lo que decía así que me puse de pie lentamente para ver qué era lo que sucedía

-Y tú eres...?-

Sacudí mi gabardina en la parte de atrás mientras evitaba hacer contacto visual con el chico

-No deberías jugar con armas. Podrías lastimarte...-

Alcé la vista lentamente mientras llevaba mi mano derecha hacia él para estrecharle la mano. En la mano aún tenía la manriki enredada

Estaba algo desconcertado por la actitud del hombre. Tomé como insulto lo que decía acerca de jugar con armas y cuando intentó darme la mano vi en su mano una cadena enredada

-A mí no me engañarás con tus trucos, demonio-

Le dije casi al mismo tiempo que me desplazaba hacia atrás desenvainando mi shinobigatana con la mano derecha para tener distancia de ataque. Al desplazarme hacia atrás junté ambas piernas y puse la izquierda ligeramente más atrás de la derecha, apoyando sólo el metatarso del pie mientras llevaba la mano izquierda al final de la tsuka parandome en una guardia firme

-No juegues conmigo y dime quién era mi familia, de dónde vengo realmente ¿O acaso ya no me recuerdas?-

Una fuerte brisa sopló en el lugar tras terminar de decir mis palabras. Tenía toda la intensión de descuartizarlo en ese lugar, pero primero quería saber quién era y de dónde venía. ¿Quién mejor para decirmelo que quien había asesinado a mi familia?

Saqué la otra mano del bolsillo y levanté ambas manos a la altura de mi pecho frente a mí

-¿Demonio? Vaya niño... Ni que pudieras estár más equivocado. Además ¿Qué puedo decirte de tu familia si ni siquiera te conozco? Deberías tomarte las cosas con más calma, niño-

Caminé lentamente en dirección a él mientras lo miraba fijamente.

-Acaso... ¿Yo te parezco un demonio?-

Estiré la mano izquierda hacia mi costado al mismo momento que un ala negra salía de ese lado mientras llevaba la vista hacia mi ala. Luego hice lo mismo con la otra mano mientras llevaba la vista hacia delante, pero no tenía ala derecha


-Te debo el ala derecha, pero... Esto es lo que soy. No me confundas con un sucio demonio-

Hice el ala izquierda hacia atrás, sacudiendola un poco para dejar caer unas cuantas plumas

¿Un ala negra? Claramente tenía que ser un demonio. Los ángeles sólo tienen alas blancas... Además tenía una sola y seguía burlandose de mí, no iba a aguantar más tal falta de respeto

-No pienso perder más el tiempo con tus juegos. Si no piensas decirme, entonces no me sirves...-

Me desplacé con un desplazamiento largo hacia delante con la pierna derecha mientras llevaba la shinobigatana hacia mi costado derecho con la punta hacia atrás y marcaba los pies del hombre con la vista para delatar mi objetivo, aunque sólo tenía como intensión confundir. Dejé caer un poco la punta a medio ataque para luego levantarla de golpe descargando un corte diagonal descendente sobre el hombro izquierdo de él para llegar hasta el corazón y terminar con su inmunda existencia. Durante el desplazamiento dejé bastante más atrás la pierna izquierda, teniendola estirada mientras que flexionaba la rodilla derecha a medida que daba el corte para jalar con el peso de mi cuerpo así asegurar un corte limpio

El chico seguía claramente enfadado. Es más, se lanzó hacia mí para atacarme, pero al ser joven e inexperto en el combate llevaba las de perder conmigo. El muchacho daba una clara señal de lo que iba a atacar así que desplacé las dos piernas juntas hacia atrás para evitarlo sin mucho esfuerzo, al hacer esto llevé el cuerpo hacia delante para estabilizarme, poniendolo ligeramente de costado sobre el lado izquierdo.
Más errado no pude haber estado, sentí como la hoja de su sable cortaba mi piel separándola, pero la innercia de mi movimiento más la de la espada que me tiraba hacia ese lado me empujó antes que el corte se profundizara demasiado.
Me tomé el hombro izquierdo mientras giraba en la dirección del corte

-¿Qué te sucede, niño? ¿Por qué atacas así?-

Lo miré bastante enojado mientras me paraba separando las piernas encorvando el cuerpo hacia delante al mismo tiempo que me tomaba el hombro y aplicaba presión. La hoja había penetrado bastante, pero sólo la parte del hombro, no llegó hasta el pecho para mi suerte.
Hice varios gestos de dolor mientras intentaba pararme recto lentamente

La reacción del hombre era bastante rara, de hecho, no había respondido con una acción hostil ante mí pese a que lo había atacado; sólo me gritaba enfadado porque lo había cortado

-Hmm...-

Realmente no sabía que pensar, pero supongo que aquel hombre no era un demonio.
Lancé un corte diagonal descendente al suelo y muñequeé al final para sacudir el excedente de sangre, luego envaine mi sable en la saya que portaba en mi espalda. Quizá debía disculparme pero mi orgullo me lo impedía.

-Los demonios no son tan llorones...-

Me dí media vuelta para continuar mi viaje, aparentemente no iba a aparecer el demonio del que me había enterado y mi paranoía iba a cegar mi juicio obligandome a cometer actos como el de recién. Realmente no quería que eso pasara

Miré al niño bastante desconcertado, luego me comencé a reír fuerte

-Jajaja, primero me atacas y luego te vas así? Vaya niño...-

Negaba con la cabeza casi olvidándome del dolor por el corte que me hizo en el hombro.

-Ya, vale... Dime que andas buscando y quizá pueda ayudarte-

Apreté los dientes mientras apretaba con fuerza la herida en mi hombro, esta parecía estar cerrándose bastante. Si bien había parado de sangrar y había quedado más pequeña, aún faltaba por curar, pero al menos eso iba a ser suficiente por el momento

-/Estos niños de hoy en día.../-

Pensaba mientras miraba con una sonrisa en el rostro al chico, tentando de reírme por la reacción del mismo

Me frené y giré lentamente la cabeza sobre mi hombro derecho, mirando el suelo

-Eso... no es de tu incumbencia-

Le dije mientras alzaba la vista lentamente para verlo. Mi ojos reflejaban un odio y una confusión grandes, también dolor.
Llevé la cabeza hacia delante nuevamente y continué caminando, quizá podría encontrarlo en algún otro lugar. Todo era tan incierto... sólo me quedaba intentar

-¿No es de mi incumbencia? Creo que acabas de hacerlo tras cortarme así... Además...-

Comencé a caminar hacia el chico mientras guardaba las manos en mis bolsillos desvaneciendo mi ala.

-Los demonios también son mi problema y si necesitas ayuda con ellos... Puedes contar conmigo. Sólo no me cortes así de nuevo-

Me paré junto a él, mirando hacia delante mientras le hablaba

Me frené nuevamente cuando el hombre comenzó a hablar, más por una cuestión de respeto que por querer escucharlo.

-Que sabes tú de los demonios... Los demonios me quitaron todo-


Suspiré mientras alzaba la vista hacia el cielo y sentía como el viento me despeinaba

-Esas bestias... las cazaré a todas-


Giré la cabeza hacia el costado para ver al hombre

-Yo puedo ayudarte con eso si así lo deseas. Yo también tengo mi propia misión para con los demonios... -

Me giré hacia el chico quedando de frente a él

-Podríamos unirnos en sociedad y viajar para combatir contra ellos ¿Qué dices?-

Saqué la mano derecha del bolsillo y se la tendí al chico mientras esperaba una respuesta de él. Lo miraba fijamente para que no tuviera duda de que estaba hablando en serio

-No estaría mal...-

Me giré hacia el hombre quedando de frente y estreché su mano.

-Pero si vamos a formar una sociedad... yo seré el jefe-

Le solté la mano mientras comencé a caminar hacia delante. No sabía bien hacia dónde, sólo esperaba que mis pies me llevaran hacia algún lugar y encontrar una nueva historia

Negué con la cabeza con una sonrisa en mi rostro. Vaya actitud tenía ese niño. Eso me daba una buena imagen de él


-Como quieras, como quieras... Jaja-

Volví a guardar la mano en mi bolsillo mientras veía como se adelantaba el chico caminando. Luego adelanté mi paso para alcanzarlo ¿Había hecho un nuevo amigo? Vaya cosas... Encima todo fue en base a un ataque errado. Que loca es la vida




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Rol terminado